lunes, 25 de octubre de 2010

Gracias, hermanos mayores

Gracias a los 2 por existir, por tener la paciencia de dirigirme y enseñarme tanto como me permití aprender de ustedes. Hace poco más de un año mi vida cambió mucho, ustedes y Sylvia son los principales artífices de lo anterior.

Es verdad que va a ser difícil seguir sin ustedes, es verdad que los vamos a extrañar y que por momentos pensaremos que es una tarea imposible. Pero ahí vamos a seguir, por lo menos hasta que a nosotros nos toque ser los hermanos mayores y debamos partir también del hogar materno.

Hasta siempre, hermanos. Mucha mierda.

sábado, 23 de octubre de 2010

Tal vez es momento

...de ya por fin dejar las cosas pasar. Que sea lo que deba, a buscar hacia adelante y no hacia atras.

Lograste convencerme (quién diría que una persona como tú puede convencer a alguien como yo?) justo cuando menos quería ser convencido. Lo que pasó hace una semana lo voy a guardar aquí en mi pecho, se va a ir enterrando poco a poco, un grano de tierra a la vez. No sé si tarde mucho en liberarme de su fantasma o si sea un proceso más sencillo... pero sé que mientras sigas aquí no va a haber problema, mientras sigas siendo tú tendré un hombro en qué apoyarme y suficiente fuerza para seguir.

Ambos sabemos qué es lo que NO debemos dejar que pase, nuestro éxito reside en eso, nuestra relación como la conocemos depende de ello. Prometo que la próxima vez haré más, estoy exigido a ser valiente y olvidarme un poco de mí para pensar en los demás (en ti y en tu bien, especificamente). La próxima vez me voy a merecer el título que me has otorgado. Tú sí vales que yo me arriesgue por ti.

Gracias infinitas, esposa mía.

lunes, 18 de octubre de 2010

Yap

Lo hice, más por presión externa que por convicción propia, pero lo hice. No me siento tan bien como esperaba sentirme al decirlo, de hecho no me siento bien en lo absoluto con respecto a ese asunto. Igual no puedo hacer nada para cambiar la situación, sentarme y esperar la lluvia.

Lo peor fue que nada en ella cambió, su sonrisa no me partió el corazón; su abrazo no se sintió como el último. Y es lo peor porque ahora ya no me deja en paz ni un momento; no vivo, no soy dueño de mi voluntad, estoy más lejos de lo que pensé de mi anhelada felicidad.

No sé a donde voy. Pero voy.