lunes, 26 de julio de 2010

Acoso

A veces pienso que te acoso, pronto caigo en cuenta de que no.
En todo caso soy yo el acosado,
el hostigado a todas horas por tu recuerdo,
por tus imágenes estáticas,
por tu nombre que hartó a las bestias más repetitivas.

Yo soy la víctima que la añoranza no se cansa de ultrajar,
sobre quien se canaliza el karma de tus vidas antiguas,
quien paga tu impunidad.

Y mi sentencia no termina,
no me deja en paz
porque ya la asimilé como mi real naturaleza.
Y hasta que mi burbuja reviente
seguiré siendo aquél a quien, sin saber, acosas.

martes, 20 de julio de 2010

Todo estaba puesto, listo para una tarde/noche que lograra hermanarnos...
Pero se fue, se fue por él, por su inseguridad y necesidad de control sobre ella. No se dijo nada fuera de lo que podría saber cualquiera, no hubo voces unidas por una canción de Sabina y (sobre todo) no hubo complicidad, ningún corazón se abrió la noche del sábado.

Los últimos días he pensado qué tanto estamos autorizados a intervenir... la verdad no lo sé, no quita que nos duela verla así, pero parece que ella no quiere darse cuenta. ¿Será que tendremos una oportunidad en septiembre?

miércoles, 14 de julio de 2010

Un nuevo nacimiento

No, ya no creo en el karma, pero no puedo dejar de pensar en lo conveniente que resulta haber encontrado nuevos aliados de aventuras casi diarias. Sí, la relación colectiva aún es lenta por momentos y el entendimiento no llega a ser tanto, sin embargo la intención ahí está, la iniciativa existe y eso ya es una muy buena noticia.

Ellos saben ya suficiente de mí y yo se bastante de ellos, por eso puedo estar seguro de que en el recuento de mi vida no figurarán sólo como conocidos. Es cierto que lo que me une a ellos es distinto, por eso la relación se enriquece y puede avanzar por caminos diferentes.

Si tuviera que ponerme estricto diría que estamos a un 80% de avance entre ser "conocidos" y ser amigos. No me preocupo, el sábado nos ponemos a mano.