lunes, 26 de julio de 2010

Acoso

A veces pienso que te acoso, pronto caigo en cuenta de que no.
En todo caso soy yo el acosado,
el hostigado a todas horas por tu recuerdo,
por tus imágenes estáticas,
por tu nombre que hartó a las bestias más repetitivas.

Yo soy la víctima que la añoranza no se cansa de ultrajar,
sobre quien se canaliza el karma de tus vidas antiguas,
quien paga tu impunidad.

Y mi sentencia no termina,
no me deja en paz
porque ya la asimilé como mi real naturaleza.
Y hasta que mi burbuja reviente
seguiré siendo aquél a quien, sin saber, acosas.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Comentarios...